La respuesta está en el interior.

Fotografías de Manolo Espaliú para David Ruiz Molina, arquitecto.

Los muros blancos de cal generan una apariencia de búnker, pero los interiores están llenos de luz. Una geometría pura y limpia realza la naturaleza masiva y la privacidad de la propuesta al modo andalusí: muy cerrado al exterior y abierto a un patio que articula la vida en el interior.

La experiencia de mirar a través de todos los espacios de la casa, incluso los espacios más privados como el baño, es la idea rectora del proyecto desde el principio: “ver y ser visto”, conseguir que desde todos los espacios se pueda establecer un contacto visual directo. Esto se consigue con la distribución del edificio en forma de U, con habitaciones que se abren a un patio privado en un ambiente íntimo. 

El núcleo de la casa se ubica en su centro, distribuyendo ventilación a todos los espacios. La planta baja consta de entrada, salón-cocina-comedor, dormitorio principal, baño, tocador, instalaciones y área de lavado. El nivel superior consta de un estudio-biblioteca con terraza y baño.

La búsqueda de la sencillez y la privacidad le da al proyecto un carácter puro y radical donde la geometría de líneas simples crea un volumen masivo, pero en el que la iluminación a través del patio crea espacios hermosos y muy luminosos. Las superficies interiores son todas blancas, creando un espacio minimalista para el pensamiento contemplativo.

La Casa Chip & Chop es una vivienda unifamiliar en el noroeste de Pozoblanco, Córdoba.